Soy una yonqui de la felicidad y, aunque sé que la vida no son solo los momentos felices, en verano, el sol me ayuda a ver las cosas bonitas de mi vida. Todos mis recuerdos de verano son maravillosos, y por eso, en septiembre, cuando el verano aún ni siquiera se ha acabado, lo empiezo a echar de menos. Así que, me pierdo el otoño, el invierno y la primavera.
Las fotos del verano son las pruebas de que puedo ser feliz. Cada día, el móvil y Google me recuerdan fotos de hace uno, tres o seis años. También tengo una caja con fotos del verano, como las que tenía mi abuela, que reutilizaba las cajas metálicas de galletas para almacenar retales, hilos y botones, además de fotos en blanco y negro de personas que nunca conocí y que me encantaba ver cuando era pequeña.
Móvil o caja, digital o vintage: caras morenas y sonrientes, puestas de sol en la playa, tardes en el patio de la casa del pueblo, paseos en bicicleta y desayunos a mediodía al aire libre. Los momentos felices de la vida.

Los recuerdos son fotografías tomadas con el corazón.
La vida no son solo los momentos felices
Guardo muchas fotos de los momentos felices. Sin embargo, hay momentos importantes de mi vida no tan buenos de los que no tengo fotos porque nunca saco la cámara en medio de una situación que quiero olvidar.
Aspiro a vivir una vida solo de buenos momentos. Deseo una vida perfecta y feliz, como en mis fotos de verano. Y así, me pierdo media vida.
Cuando estoy viviendo una mala racha, solo quiero huir del dolor. Mi mayor deseo es que se pase. Rápido. Esperando otra ocasión para sonreír para la foto.
Igual no se trata de disfrutar cuando estamos pasando una situación difícil. Al menos, yo, no sé hacerlo. Pero, sí de vivirla de verdad, con más presencia, de una manera más consciente.
La vida es como un puzle formado por muchas piezas: salud, familia, amigos, trabajo, estabilidad económica… Que las cosas no sean como deseamos en algún aspecto de nuestra vida, no significa que toda nuestra vida sea un desastre. Además, es el conjunto de todas las piezas que forman el puzle lo que nos hace vivir y sería demasiado ingenuo pensar que todos los aspectos de nuestra vida van a estar al 100% siempre.

La felicidad consiste en tomar con alegría lo que la vida nos da y en soltar con la misma alegría lo que la vida nos quita.
San Agustín
Cada vida es especial
Hay días que acabo cansada y harta porque me veo atrapada en una rutina que no me gusta. Algunos de mis problemas son importantes y otros, los hago importantes yo. Me he acostumbrado a mi vida y se me olvida que es especial.
Nos perdemos los momentos buenos de nuestras vidas porque no los sabemos valorar. Una marca de cosméticos se anuncia con la premisa de que una de cada tres mujeres no se siente feliz. La infelicidad constante parece ser un sentimiento femenino. El anuncio plantea la pregunta de cómo veríamos nuestra vida si la viéramos desde fuera, como si fuéramos las espectadoras de una obra de teatro. Si hiciéramos el ejercicio de abstraernos y pudiéramos ver nuestras vidas de esta manera, ¿apreciaríamos todo aquello en lo que ni siquiera reparamos porque son las cosas normales de nuestra vida?.
Si con todo lo que tienes no eres feliz, con todo lo que te falta tampoco lo serás.
Erich Fromm
Valorar lo bueno de la vida
Soy inconformista por naturaleza y esto me sirve para cambiar las cosas que no me gustan. Pero, a veces, convierto este inconformismo en una queja constante. Como si me quedara atrapada en una canción de Los Secretos. Y así es difícil valorar lo bueno de mi vida.
Fijo mi atención en las cosas que no me gustan de mi vida: me fijo en que no me gusta mi trabajo, en que mi marido no me regala flores o en que me gustaría vivir en un ático con vistas a la sierra. Me quejo de que me falta esto o lo otro para ser feliz y me quedo en el papel de víctima. Deseo otras cosas diferentes a las que ya tengo, sin apreciar lo que me rodea. No disfruto de todo lo bueno que está a mi alrededor.
Me cuesta eliminar el ruido de fondo, pero he ido aprendiendo a identificar los pensamientos negativos que surgen cuando parece que mi mente va por libre. La gratitud me ayuda a enfocarme en mi vida presente y me conecta con lo que soy y tengo aquí y ahora.
Así que me esfuerzo en ver el vaso medio lleno cada día y sentirme agradecida por un trabajo que me permite conciliar para estar con mis hijos, por una persona que está a mi lado cuando tengo un mal día o porque desde mi piso puedo disfrutar de unos atardeceres preciosos.
La gratitud es la flor más bella que brota del alma.
Henry Ward Beecher
La felicidad es un estado mental
Dicen que la felicidad es un estado mental, que depende más de nuestra percepción de la vida a de cómo es la vida en realidad.
Si pudiera dibujar un mapa de mi felicidad, más que en una raya continúa, sería como un montón de puntos dispersos, instantes de felicidad efímeros, como en el poema de Borges. Porque la felicidad es eso: momentos. Momentos de plenitud, buenos y malos, en los que paramos y sentimos que todo está bien, no porque las cosas sean maravillosas, sino porque somos conscientes de quiénes somos y lo que tenemos.
No hay nada más raro ni más hermoso que una mujer siendo ella misma, cómoda en su perfecta imperfección. Para mí, esa es la verdadera esencia de la belleza.
Steve Maraboli

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