Todos los años en torno al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, surge el mismo debate sobre por qué hace falta seguir reivindicando ser feminista y si es necesario que las mujeres sigamos haciendo tanto ruido con este tema.
¿De verdad hace falta que las mujeres sigamos manifestándonos públicamente? ¿No hemos logrado ya suficientes avances en nuestros derechos sociales? ¿No tenemos ya lo que queríamos? Realmente, ¿es necesario seguir con el feminismo?
Durante mucho tiempo, las feministas tuvieron fama de ser mujeres feas y amargadas, de ser brujas que odiaban a todo aquel que se consideraba del género masculino.
La palabra “feminista” y la idea del feminismo en sí, también están ceñidas a estereotipos.
Una mujer no es menos feminista por maquillarse, usar tacones o llevar un escotazo. Simplemente se trata de que ella pueda elegir cómo vestir, sin imposiciones externas.
Ahora, que hasta Beyoncé se ha declarado feminista, lo que funciona es decir que el feminismo ya no es necesario con frases como estas:
- «Ya hay igualdad”
- “Ni machismo, ni feminismo, igualdad”
- “La violencia no tiene género”
- “No hay que irse a los extremos”
- ¿Y las denuncias falsas?
- “No es machismo, es mala educación”
Pero, ¿es todo esto verdad?

Los hombres tienen miedo de que las mujeres se rían de ellos. Las mujeres tienen miedo de que los hombres las asesinen.
Margaret Atwood
¿Qué es el patriarcado?
Patriarcado es una palabra que suena antigua y académica. Además, cuando las usas mucho, acaban tachándote de pedante.
El patriarcado es una forma de estructura de la sociedad que coloca a los hombres por encima de las mujeres. Es decir, que todos los puestos importantes (política, instituciones, religión, etc.) desde los que se toman las decisiones sobre cómo debe ser el futuro están ocupados por los hombres. Eso hace que, muchas veces, las decisiones se tomen en función de sus intereses.
Por desgracia, la igualdad de género no existe, ni en nuestro siglo ni en nuestra sociedad.
En algunas partes del mundo, las mujeres y los hombres son iguales antes la ley. Pero, la puesta en marcha de leyes de igualdad no asegura que no vaya a haber discriminación. Las leyes por sí solas no pueden cambiar una sociedad, hay que aplicarlas con convicción.
No podemos afirmar que existe igualdad en toda la sociedad, basándonos en la experiencia y el triunfo de unas pocas mujeres.
Las mujeres creemos que estamos accediendo finalmente a nuestra tan ansiada libertad, después de siglos de sometimiento al varón por el hecho de trabajar y ganar dinero. Creemos que esta es una victoria del género femenino. Nada más alejado de la libertad. Podemos trabajar y ganar dinero. Podemos acceder a puestos de poder político o económico. Pero si las mujeres seguimos caminando por el surco ciego de la represión y las limitaciones del amor primario, si no reconocemos la represión y la dureza que paraliza nuestros cuerpos, si no estamos dispuestas a escuchar nuestros latidos uterinos, si no ofrecemos nuestros pechos y nuestros brazos para el cobijo de la creía, entonces nos estamos constituyendo en artífices indispensables de la violencia en el mundo, Y resulta que, sin amor primario, no hay libertad.
Laura Gutman
Mitos y falsas creencias sobre el feminismo
Según el diccionario de María Moliner, el feminismo se define como la doctrina que considera justa la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el movimiento encaminado a conseguir la igualdad.
Con esta definición, cualquier persona razonable, sea hombre o mujer, se identifica con los valores feministas.
Sin embargo, todavía existe rechazo social hacia el feminismo, con mitos y falsas creencias, como las siguientes:
1. Las mujeres feministas son feminazis.
No existen mujeres feminazis. Son figuras inventadas, al igual que se creó “el hombre del saco” para meter miedo a los niños.
No existe ningún movimiento social ni ideología que defienda que los hombres deban ser sometidos a la misma desigualdad que vivimos las mujeres, que les quiten sus derechos económicos o políticos. No, ¿verdad? Entonces, no existen las feminazis.
2. El feminismo es lo contrario al machismo.
Al empezar por fem-, parece que es el equivalente del machismo y que se decanta por el género femenino.
Sin embargo, el feminismo busca la igualdad entre mujeres y hombres mientras que el machismo pretende mantener esta desigualdad entre mujeres y hombres, siendo favorable para los hombres y desfavorable para las mujeres.
3. El feminismo se basa en el odio a los hombres.
El feminismo se basa en desarticular todos los mecanismos de desigualdad y violencia, que afectan a todas las personas, especialmente a las mujeres.
No se trata de crear bandos ni de tener que escoger. Se trata de crecer todos con el mismo objetivo común, que garantice la justicia entre todos los que formamos parte de la sociedad.
Nunca he sido capaz de averiguar exactamente en qué consiste el feminismo; solo sé que la gente me llama feminista siempre que expreso sentimientos que me diferencian de un felpudo.
Rebeca West
Todos deberíamos ser feministas
Este es el título de la charla TED que la escritora Chimamanda Ngizi Adichie dio en el año 2012 en un encuentro centrado en África y que posteriormente, fue publicado como un libro.
En ella, la autora hace un repaso a sus recuerdos cuando era niña y a experiencias personales que reflejan la desigualdad de la sociedad de su país, Nigeria.
Es fácil vernos reflejadas en alguna de las historias que cuenta porque más allá de un contexto concreto, muchos actos cotidianos de cualquier país del mundo están afectados por las creencias machistas.
Aquí puedes ver su charla completa:
Hoy me gustaría pedir que empecemos a soñar con un plan para un mundo distinto. Un mundo más justo. Un mundo de hombres y mujeres más felices y más honestos consigo mismos. Y esta es la forma de empezar: tenemos que criar a nuestras hijas de otra forma. Y también a nuestros hijos.
Chimamanda Ngizi Adichie
¿Es cuestión de género?
Muchas mujeres aún nos sentimos incómodas con la palabra “feminista”. ¿Por qué no es suficiente con decir simplemente que crees en los derechos humanos o algo parecido? Porque al elegir una expresión tan genérica, se niega un problema particular de género. Supone fingir que no ha sido un problema específico de las mujeres durante siglos.
¿Las mujeres deberían estar siempre representadas al 50% en los lugares de poder?
A pesar de que la población femenina del mundo es ligeramente mayor, un 52% de la población mundial son mujeres, la mayoría de los cargos de poder y prestigio están ocupados por hombres. No tiene sentido dejar a la mitad de la población fuera del ámbito de decisiones que nos afectan a todos.
Esto no significa que ahora, a modo de compensación, el género deba influir más que los méritos a la hora de darle un puesto de trabajo a una persona. Lo ideal es escoger en función del mérito, si los aspirantes han tenido las mismas oportunidades para llegar hasta ahí. Pero hasta ahora esto no ha sido cierto.
Cuanto más arriba llegas, menos mujeres hay.
Wangari Maathai
Micromachismos
La palabra micromachismo se ha puesto de moda. Denuncia un comportamiento machista, pero que, al ser micro, parece que no es para tanto.
Que sea pequeño, no significa que no sea importante. Este tipo de comportamiento repetido una y otra vez, acaba haciendo el mismo daño.
Son hechos imperceptibles porque los asimilamos como costumbres o los confundimos con una simple falta de educación, sin darnos cuenta de que, en el fondo, las razones por las que se hacen estas cosas son machistas.
Podemos ver con relativa facilidad estos comportamientos en programas de la tele, anuncios, artículos, entrevistas, comentarios de la vecina o del frutero. Pero es más difícil darnos cuenta del machismo cuando lo tenemos delante de nosotras con nuestra pareja, nuestros amigos y nuestra familia. Y pensamos cosas como “Bueno, tampoco es para tanto”, “Son cositas pequeñas, no hay que exagerar”.
Sin embargo, hay muchas actitudes machistas nos rodean a diario:
- Infravalorar los méritos de las mujeres llamándolas “chicas” o “niñas”, aunque superen los 40 años.
- Entregar por defecto la cuenta en un restaurante al hombre, dando por hecho que es él quien va a pagar.
- Entrevistar a las mujeres centrándose en sus vestidos y su vida amorosa en lugar de sus méritos profesionales.
- Centrar en los hombres los artículos de las revistas de deporte.
- Argumentar que los motivos de tu mal humor es que te va a venir la regla.
No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas.
Virginia Woolf

Por qué hace falta seguir reivindicando ser feminista
Pues sí, todavía hace falta seguir reivindicando ser feminista.
No tengamos miedo a llamarnos feministas.
Tener una perspectiva feminista significa inclusión, diversidad y equidad.
Es innegable que mujeres y hombres somos biológicamente distintos, pero la socialización exagera las diferencias.
¿Qué pasaría si en la educación se centrara el interés en la capacidad de cada uno, antes que en el género?
Si pienso en mis abuelas, mi situación como mujer ante la sociedad ha mejorado notablemente.
Si pienso en mi hija, espero que ella pueda disfrutar de más libertades sociales de las que yo tengo.
Cambiar esto solo se puede lograr entre todos.
Porque ser feminista no es solo cosa de mujeres.

Ahora es tu turno:
- ¿Qué puedes hacer para que tu entorno sea más receptivo a las ideas feministas?
- ¿Has sufrido la desigualdad en algún ámbito en tu vida?
Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla.❤
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¿Caminamos juntas?
Un abrazo,

El patriarcado es un juez
Un violador en tu camino. Colectivo Lastesis
que nos juzga por nacer,
y nuestro castigo
es la violencia que ya ves.
Es feminicidio.
Impunidad para mi asesino.
Es la desaparición.
Es la violación.
Y la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía.
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