Los motivos por los que renuncio a ser una superwoman

El año pasado me compré en las rebajas un jersey color rosa palo con la palabra “SUPERWOMAN” bordada. Es ideal para el entretiempo y me encanta el color, pero me ha dado por pensar qué significa ser una superwoman.

Cuando pienso en una superwoman, me imagino a la madre de familia de las típicas series americanas que parece ser perfecta: tiene varios hijos a los que siempre habla bien, aunque incendien la casa del vecino en una inocente travesura, ella y su marido están siempre de acuerdo en todo, es simpática y graciosa y, además, se siente realizada y feliz en su casa con jardín, por la que se pasea en tacones perfectamente peinada y maquillada.

No puede existir nada que esté más alejado de mi realidad: yo siempre voy por mi casa en zapatillas o calcetines y los fines de semana, no me quito el pijama hasta después de desayunar, sin entrar a valorar mi forma de relacionarme con los demás miembros de mi familia, que no es tan maravillosa como la de estas series.

renuncio a ser una superwoman
Los motivos por los que renuncio a ser una superwoman

Cómo mantener todos los platos en movimiento

Hay días en los que me siento como la persona que mueve a la vez los platos chinos sujetos con palillos en un número del circo, haciendo malabares para que todos los platos sigan en movimiento y no se caiga ninguno al suelo: el plato de mis hijos, el de mi marido, mis padres, el del trabajo, el de las cosas de la casa, y, por si no era suficiente, hace unos meses añadí un plato nuevo, el del blog.

Me gusta escribir en el blog, me ayuda a profundizar en mis sentimientos y a reflexionar acerca de los temas sobre los que escribo. Me siento bien cada vez que publico un nuevo artículo.

Lo que no me gusta es que está situado a la cola, no de mis prioridades, sino de mis horas y que solo puedo dedicarme a él cuando ya se acaba el día y estoy tan cansada que lo único en lo que pienso es en irme a dormir. Tampoco me gusta que para poder escribir tengo que madrugar todos los días de la semana y sobrevivir durmiendo cinco horas, incluyendo el domingo. Así deja de ser divertido.

Aprender a actuar desde la energía femenina

Me acuerdo de la frase mítica de la serie Fama, cuando la profesora de baile les decía a sus alumnos aquello de La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar con sudor y me pregunto si esto ha de ser así.

Sé que es evidente que, para ir consiguiendo avances en mi vida sin quedarme atascada, necesito compromiso y hacer un esfuerzo extra, pero me surgen dudas: ¿dónde está el límite de ese esfuerzo?, ¿por qué se trata de renunciar a algo?, ¿no se supone que lo importante es disfrutar del camino?, ¿por qué siempre se antepone la obligación al placer?

Desconozco las respuestas correctas para estas preguntas, pero creo que detrás de ellas, subyace un enfoque muy masculino basado en la competición, en intentar ser mejor que el resto para triunfar, en cumplir con unas obligaciones (auto)impuestas, en trabajar cada vez más y más duro para poder alcanzar algún día unos objetivos que se elevarán automáticamente nada más llegues a ellos.

Creo que he vuelto a caer en la trampa de creer en lo que nos enseñaron desde pequeñas: adaptarme al molde que otros antes habían hecho sin saber si era para mí. Adaptarte o morir, de eso se trata.

No aspiro a ser feliz así, mediante una forma de vida cuyo principio básico para evolucionar es el sacrificio. Lo que quiero es desplegar la energía femenina que está dentro de mí y potenciar toda mi creatividad a través de reservar espacios para el vacío y el silencio en lugar de la acción continua y el ruido sin descanso. Deseo ser en lugar de hacer.

«El problema con los seres humanos es que estos siempre están compitiendo con los demás, intentando demostrar quién es el mejor, y se han olvidado que estamos aquí para compartir, no para competir.”

José A. Pallavicini

Todo es cuestión de prioridades

Reflexiono sobre cuáles son hoy las prioridades en mi vida. Sí, me gustaría cambiar algunas cosas, pero no quiero hacerlo a costa de lo que sea ni a firmar un cheque en blanco para conseguirlo. No existe la urgencia que siento a veces de quemar todos los cartuchos. La vida se parece más a correr una carrera de fondo que a correr cien metros con toda la potencia de la que sea capaz.

Quiero escribir en el blog y compartir lo que pienso sobre lo que me rodea o lo que siento dentro de mí sin cargar un peso más sobre mis hombros y sin tener que elegir entre esto o las cosas bonitas que ya disfruto ahora.

renuncio a ser una superwoman
Los motivos por los que renuncio a ser una superwoman

Los motivos por los que Renuncio a ser una superwoman

Hay estudios que estiman que en la actualidad hay unos 150 millones de blogs, de los que solo un 1% están activos y también, que la vida media de un blog son cinco meses. Mujeramapola se acerca peligrosamente a esa fecha apocalíptica.

Cuando te enamoras de alguien, al principio, tus ojos solo ven las virtudes de la otra persona, pero cuando pasa el tiempo, más o menos unos dos años, los ojos se te abren un poco más y también empiezas a ver los defectos del otro. Empezar a escribir en un blog es parecido a enamorarse: al inicio te sientes fascinada, pero te das cuenta de cómo funciona mucho antes de los dos años, digamos que, a los cinco meses, porque para que todo funcione entre las dos partes, el blog y tú, tú eres la que más aporta.

Si abandonara el blog, me abandonaría a mí misma y me olvidaría del compromiso que adquirí conmigo cuando empecé. Y no quiero hacer eso.

Sin embargo, he de admitir que, aunque me gustaría, no voy a poder pasarme todas las semanas por aquí, como he estado haciendo hasta ahora. Tengo unas cuantas razones, aunque quizá sean excusas de las que me intento autoconvencer, no lo sé.

Pero he decidido lo siguiente:

  • no voy a sentirme culpable por no llegar a todo.
  • no voy a pedir perdón por no ser perfecta.
  • no voy a intentar ser algo que no soy.
  • no voy a ponerme más mi jersey de “superwoman.

Mientras tanto, me quedo con la canción «Renuncio» que pone palabras a lo que siento y la escucho con los oídos y con el corazón bien abiertos.

Renuncio. El Jose ft. El Manin

Ahora es tu turno:

  • ¿Crees que en la vida hay que sufrir para lograr lo que deseas?
  • ¿Es posible no mover todos los platos y que funcione tu vida?

Renuncio a la posibilidad de ser el mejor
Renuncio a soportarlo todo por obligación
Renuncio a estar aquí para ganar y a contener las ganas de llorar
Renuncio a ponerme el disfraz de persona normal

Renuncio. El Jose ft. El Manin

Si te ha gustado, compártelo con otras mujeres a las que creas que les puede interesar. Gracias.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.