Cuando el miedo limita nuestra percepción de la vida

El miedo limita mi percepción de la vida. Recuerdo el miedo siempre cerca. Como cuando de pequeña me daba miedo llegar muy alto en el columpio porque creía que me iba a caer. Siento miedo por todo y por nada en concreto. Miedo a molestar, a no llegar, a decir algo inapropiado, a no gustar, a no ser buena madre, a no estar a la altura de la vida. También siento miedo a sentir miedo. A veces mis temores son tan grandes que soy incapaz de afrontar nada. El miedo me envuelve. Sin saber por qué.

Cada enero desde hace cinco años miro hacia atrás. Hace cinco años, en enero, me diagnosticaron cáncer de mamá. Y cáncer es una palabra que da miedo. Un miedo aún más grande del que conocía: miedo al dolor, miedo a sufrir, miedo a la muerte, miedo a un futuro sin mí.

Columpio Riaño
Columpio más grande de España. Riaño

Cuando el miedo limita nuestra percepción de la vida

Mi miedo me habla bajito al oído, y, sin hacer ruido, se va colando en mi mente mientras me esfuerzo por defender mi posición ante la vida

Percibo peligro cuando alguien tiene una opinión distinta de la mía. Me da miedo ser diferente a las personas de mi entorno y no pertenecer a ninguna tribu. Además, siento miedo a mostrarme como soy ante la presión social porque creo que cómo pienso y hago las cosas es un inconveniente para una convivencia armoniosa.

Mi miedo hace que me oculte y me esconda del mundo así que paso de puntillas por mis relaciones, esquivando preguntas incómodas. Como muchas otras mujeres, he crecido siendo experta en pasar inadvertida. Será por eso que, cuando empecé a escribir en el blog, pasaron varios meses hasta que me di cuenta de que, por algún motivo informático desconocido para mí, mujeramapola.com quedaba oculto en el universo de internet y ni siquiera aparecía en Google.

Desde hace casi dos años, el miedo marca muchas de nuestras decisiones. Recibimos mensajes contradictorios, nos preocupamos y desconfiamos casi de cualquier cosa y situación. No sabemos lo que es bueno y lo que no es bueno para nosotras. Oímos opiniones diferentes que entran en conflicto unas con otras. Se crea una confusión que aviva un miedo que ya nos abruma y nos vence el cansancio.

Valentía es sentir miedo y hacerlo de todas formas

Convertir el miedo en fortaleza en tiempos difíciles

Los expertos en emociones dicen que el miedo es necesario para activar un estado de alerta ante los peligros, heredado de cuando vivíamos en cuevas y teníamos que sobrevivir a los leones. Pero ya no vivimos en la selva y yo ya no me conformo con sobrevivir.

Mis miedos solo son mentales, son pensamientos irracionales que me paralizan.

  • Miedo al rechazo. Pero el rechazo ¿de quién? Si alguien me quiere, no me va a rechazar por ser y pensar diferente.
  • Miedo al fracaso y a no obtener aquello que anhelo. Lo sé, el verdadero fracaso es no intentarlo.
  • Miedo a no cumplir mis sueños y a no llegar al sitio que quiero. Lo cierto es que mi miedo real es no tener la determinación de creer lo suficiente en mí.
  • Miedo a rendirme. ¿Ante quién? No hay nadie que me pida cuentas, solo yo misma.
  • Miedo a confiar. Pero confiar en la vida es lo único que puedo hacer: no tengo la capacidad de controlarlo todo.

Cuando aprendemos a desmontar nuestros miedos, el miedo no desaparece, pero aprendemos a convivir con ellos.

Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender.

Marie Curie

Un libro: Morir para ser yo

En enero he vuelto a releer un libro que leí hace cinco años, Morir para ser yo de Anita Moorjani, un relato autobiográfico en el que Anita Moorjani cuenta su experiencia cercana a la muerte después de vivir enferema con cáncer durante cuatro años. Al otro lado de la muerte, se vio envuelta por esa luz infinita que otras personas con experiencias similares también han descrito y el amor incondicional que sintió al morirse transformó su forma de entender la vida y sanó su cuerpo. Anita superó cualquier miedo que marcaba su vida, incluso el miedo a morir. Con su testimonio, ella nos invita a celebrar cada día y cada momento sin cargas, sin miedo a morir y también, sin miedo a vivir, recordando que lo más importante es ser fieles a nosotras mismas.

Comprendí que, en el fondo, nuestra esencia está hecha de amor puro. Somos puro amor, cada uno de nosotros. ¿Cómo podemos no serlo si venimos del Todo y volvemos a él? Sabía que darse cuenta de esto significaba nunca tener miedo de quiénes somos.

Anita Moorjani
Morir para ser yo. Anita Moorjani

El miedo de empezar cosas nuevas: balance del mes de enero

Uno de mis miedos es a empezar cosas nuevas: pongo demasiadas expectativas en los resultados y cuando las cosas no salen como esperaba, me decepciono. Por eso, muchas veces ni siquiera lo intento. Sin embargo, en enero decidí probar cosas nuevas:

  • Preparé la guía de recursos con una selección de libros, podcasts, blogs y música para nuevas suscriptoras al blog.
  • Contacté con dos blogueras para colaborar con ellas, aunque ninguna de las dos veces funcionó. Así que aprovecho para decir que si tienes un blog y te apetece que hagamos algo juntas, contacta conmigo.

Como me cuesta ser consciente de todo lo que hago para sentirme bien, dejo aquí algunas de las cosas que he hecho en enero:

  • Terminé mi cuarta cuarentena de Kundalini Yoga. Empecé el año 2021 igual que lo empecé, meditando en círculo.
  • Volví a entrenar. Después de llevar años pensando en apuntarme a un gimnasio, por fin lo hice a finales de 2021 y he vuelto después de las vacaciones de Navidad.
  • Tomé zumo de limón con especias (cúrcuma, pimienta, jengibre y canela) durante 21 días en ayunas. Tiene un sabor bastante fuerte, pero así ayudé a mi cuerpo a generar su propio calor interno y compensar el frío.
  • Creé mi tablero de visión para el año 2022, con las palabras que quiero atraer a mi vida.
Cuando el miedo limita tu percepción de la vida

Salir de la jaula del miedo

No podemos evitar el miedo ni la incertidumbre del futuro. Pero sí podemos cambiar la percepción de las situaciones difíciles. La vida cotidiana está llena de situaciones imprevisibles. Aunque eso sea lo que nos asusta, desconocer lo que nos espera forma parte de la aventura de la vida.

En particular, a las mujeres nos han enseñado a ser precavidas y a tener cuidado. Es decir, a vivir con miedo.

De momento, no me he convertido en una kamikaze (ni creo que lo haga nunca), pero no quiero encerrarme más en mi propia jaula de miedo ni que mi experiencia de la vida se empequeñezca cada vez más. No quiero que mi miedo limite mi esperanza ni mis abrazos.

Porque la vida está al otro lado del miedo. A este lado solo se sobrevive.

Ahora es tu turno:

  • ¿Sientes el miedo alrededor?
  • ¿Te resulta difícil escapar de ese miedo colectivo?
  • ¿Sabes cuáles son tus propios miedos?

Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla.❤

Si te ha gustado, suscríbete para seguir en contacto y recibir los regalos que tengo para ti.

¿Caminamos juntas?

Un abrazo,

firma Laura

No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas
Sin ellas no habría humanidad ni habría belleza
Y lo sabes bien

Ay mamá. Rogoberta Bandini

Si te ha gustado, compártelo con otras mujeres a las que creas que les puede interesar. Gracias.

2 comentarios en «Cuando el miedo limita nuestra percepción de la vida»

  1. Me ha encantado el artículo y me viene en estos momentos como anillo al dedo. Sabes mejor que muchas otras personas que siento ahora el miedo más fuerte que nunca …y es horrible.
    Gracias por cada una de tus palabras y la luz que transmiten en este momento de crisis personal y también social.
    Un abrazo.
    Te admiro y te honro.

    Responder
    • Me alegro mucho que te haya ayudado Ana Belén.
      Aunque a veces, nos sintamos incomprendidas con nuestros pensamientos y nuestra forma de sentir, lo cierto es que todas somos el reflejo de las demás.
      Eres una mujer fuerte y que ilumina a los demás. Sabes que no estás sola.
      Un abrazo.
      Te quiero.

      Responder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.