Cómo la meditación puede mejorar tu vida diaria

Soy una meditadora intermitente desde hace años y he comprobado cómo la meditación puede mejorar tu vida diaria. Mi primera experiencia fue con las meditaciones guiadas de luna llena de Ananda Sananda, y todos los meses, se las pasaba por Whatsapp a mis amigas más lunáticas con la intención de iluminarnos. Por la noche, me metía en la cama justo antes de dormir, me ponía los cascos y meditaba.  Bueno, en realidad, me dormía a los cinco minutos. Dicen que da igual dormirse, que el efecto de la meditación sobre tu mente a nivel subconsciente es el mismo, pero el caso es que yo no me enteraba de mucho.

Ahora medito sentada recién levantada por la mañana en el suelo del salón de mi casa. De esta manera, necesito estar mucho más presente que por la noche metida en la cama, así que me resulta más difícil, pero lo cierto es que siempre me siento mejor después de meditar.

Dedica tiempo al silencio, a meditar, a acallar el diálogo interior. En momentos de silencio, cobras conciencia de que estás reconectándote con tu fuente de conciencia pura. Presta atención a tu vida interior para que puedas guiarte por tu intuición, antes que por interpretaciones impuestas desde fuera sobre lo que te conviene o no te conviene.

Deepak Chopra
meditación puede mejorar tu vida diaria

Meditar no es dejar de pensar

Vivir en Madrid rodeada del ruido de la ciudad, y, además, estar casi siempre haciendo cosas, a veces, varias a la vez, no parece compatible con la meditación. A lo largo del día, tengo muchas oportunidades de despistarme y distraerme con lo que hay fuera de mí. La meditación me ayuda a encontrar espacios para estar en silencio, parar y entrar dentro de mí.

Mi mente está pensando todo el tiempo: lo que voy a preparar de cena, el informe del trabajo que he dejado a medias, o la idea que se me ha ocurrido mientras cocinaba y no quiero que se me olvide. A veces, me hace falta bajar el ritmo.

Con la meditación no trato de dejar la mente en blanco y no pensar en nada. Mis pensamientos no desaparecen, pero van a otro ritmo más lento. No se pelean por aparecer ni se pisan, solamente aparecen. De esta manera, me resulta más fácil observarlos, como si fueran nubes que pasan el cielo, que vienen y después, se van.

Cuando me distancio de mis pensamientos, es como si me convirtiera en la espectadora de la película de mi vida y observara lo que sucede en ella. En la cartelera de mi cine mental ya me he visto todas las películas melodramáticas, así que voy a pasar al ciclo de los musicales, empezando por La, la, land, que es mi película favorita.

Película La, la, land

cómo la meditación puede mejorar tu vida diaria

Te cuento cómo la meditación puede mejorar tu vida diaria:

1. Te hace consciente de tu forma de pensar.

Cuando observo lo que pasa por mi mente, puedo darme cuenta de cuáles son los pensamientos que más se repiten en mi cabeza. Los más recurrentes son aquellos del tipo “no sé hacerlo”, “mi vida es un desastre”, “otra vez me he equivocado”. No me extraña que me cueste librarme de esa sensación tan molesta de no llegar a nada. Si sé cuál es mi patrón de pensamientos, puedo cambiar lo que quiero que pase por mi cabeza.

2. Te da estabilidad en medio de las tormentas emocionales.

Mis emociones me dominan a menudo y muchas veces, me he sentido como si estuviera subida en una montaña rusa: en un instante, estoy arriba y me siento bien, pero enseguida viene la curva y caigo en picado; y las bajadas no son tan divertidas.

La meditación me ayuda a recuperar el equilibrio emocional, como si volviera a caminar en un suelo estable, sin altos ni bajos tan pronunciados.

3. Te ayuda a tomar decisiones difíciles.

Si quiero tomar una decisión, me pierdo en análisis mentales sobre qué opción es la mejor y si hago esto o lo otro. La energía de la duda me desgasta y al final, suelo acabar hecha un lío. Algo que siempre me funciona para desconectar la mente y conectar con mi intuición, es encender una vela y meditar. Cuando termino de meditar, sigo teniendo el mismo problema sobre el que decidir, no desaparece, pero sí tengo menos neblina mental porque mi mente está más calmada y puedo distinguir con más claridad cuál es la mejor decisión para mí.

La meditación trae sabiduría, se lleva la ignorancia. Identifica bien lo que te hace progresar y lo que te detiene, y elige el camino que lleva a la sabiduría.

Buda

¿Hace falta meditar todos los días?

Hay épocas en las que medito a diario y otras, en las que no. Si dejo de meditar unos días, todo sigue bien, pero si alargo los días sin meditar, siempre lo acabo notando en mi humor, en mi estado de ánimo y en mi serenidad. Por eso, si quiero comprobar cómo la meditación puede mejorar mi vida diaria necesito un compromiso constante.

Meditar se parece a hacer ejercicio físico. Cuando era (más) joven entrenaba en casa con una cinta de vídeo de Cindy Crawford. Ahora, de vez en cuando, sigo haciendo algo parecido a entrenar en casa con unas pesas y los primeros días, siempre son los que más cuestan. Cuando consigo hacer flexiones más de tres días seguidos, el cuarto día me resulta más fácil. Con la meditación me pasa lo mismo: es más sencillo cuando repito.

Lo que ocurre es que nuestras mentes son más difíciles de entrenar que nuestros cuerpos, porque sus resistencias son mucho más sutiles de captar.  Además, solo depende de nosotras porque ningún entrenador pueda ayudarnos a corregir la postura. Podemos sentarnos y estar repasando la lista de la compra y nadie se daría cuenta.

Sobre cuánto tiempo meditar cada día, los yoguis más expertos sugieren meditar sin reloj, confiando en que van a meditar el tiempo óptimo para ellos, pero yo, como meditadora principiante, me pongo la alarma del móvil.

Hay días en los que solo me dedico 10 minutos. Después, me empiezo a preocupar porque se me va a hacer tarde o es la hora de levantarse de los niños, así que prefiero dejarlo. Si lo fuerzo, se vuelve más difícil y me cuesta mantenerlo por muchos días. Como cuando me paso con las pesas y me entran agujetas.

meditación puede mejorar tu vida diaria

Si tienes tiempo medita 10 minutos al día. Si no tienes tiempo, medita 1 hora.

Meditar para estar Divina de la mente

Descubrí Divina de la Mente por una de esas casualidades (o señales) de la vida y me enamoré de sus podcasts, con los que Ana comparte sus reflexiones sobre la vida.

Ana es una salmantina que lo dejó todo y se fue a Australia a empezar de cero, con una historia de esas con las que siempre he soñado. Sin embargo, las cosas no salieron como ella había planeado y decidió reinventarse.

El verdadero cambio con el que Ana consiguió dar un rumbo a su vida no se produjo cuando se fue a vivir a Australia, sino cuando cambió su mente. Cuando la meditación entró a formar parte de su vida, comenzó a realizar cambios en su vida real. Ana se formó, y sigue formándose, como profesora de meditación y de yoga y abrió su blog. Ahora publica sus podcasts Divina de la mente, ofrece sesiones individuales de coach, imparte talleres en empresas, y además, va a publicar su primer libro.

Todo esto mientras en su vida han seguido pasando cosas normales, imprevistos y cambios de planes. Porque su vida no es perfecta, sigue siendo una mujer con problemas cotidianos, como los míos y los tuyos, pero que logra afrontarlos con serenidad gracias a la meditación. Suelo idealizar los procesos de transformación personales. Sobre todo, los de las demás mujeres. Creo que, para ellas, el camino siempre ha sido de rosas, y que soy las única a las que se me presentan todo tipo de dificultades para no lograr cambiar. Historias como la de Ana me demuestran que esto no es así. Puedes conocerla en Divina de la mente.

Ana García del Barrio
Ana García del Barrio. Fuente: Divina de la Mente

Meditar no es levitar

Cuando antes pensaba en meditar me imaginaba a un monje budista retirado en el Tibet viviendo una experiencia mística. Creía que para meditar tenía que evadirme de la realidad y apartarme del mundo real sin hacer nada. Como si un rayo me iluminara y el camino de la verdad se me apareciera en sueños. Casi como le pasó a la Virgen María.

Ahora sé que meditar supone justo lo contrario.

La teoría dice que meditar significa contemplar la verdad de manera consciente a través de la presencia. El caso es que las primeras veces que me puse a meditar no sabía cuál era la verdad que había que contemplar.

Con la práctica, me he dado cuenta de que la meditación es una actividad mucho menos mística de lo que creía.

La meditación no es algo mágico o esotérico. Como todo, requiere práctica. Un día y otro, y otro más. Unos días son mejores que otros. La meditación contribuye a que sean mejores porque mi estado interno mejora y porque lo que sucede a mi alrededor deja de tener tanta influencia sobre mí.

No te creas que siempre consigo ser tan zen, también me inquieto y pierdo la calma cuando algún aspecto de mi vida se descontrola. Estamos acostumbradas a agarrarnos a lo de fuera para sentir la firmeza cuando la realidad externa se quiebra: el trabajo, la pareja o algo del entorno.

Sin embargo, los acontecimientos de este último año nos han hecho darnos cuenta más que nunca de que podemos controlar bastante poco el exterior y que lo que necesitamos es recuperarnos desde nuestro yo interno.

Ahora es tu turno:

  • ¿Has meditado alguna vez?
  • ¿Te gustaría empezar a meditar?

Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla ❤

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Un abrazo,

firma Laura

Si me está fallando la meditación

A menudo estallo y tengo vértigos

Si lo intento y tú nunca recibes la señal

Terriblemente cruel. Leiva

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