Cuando era (más) joven me gustaba comprar esas revistas “para mujeres” con reportajes de bolsos de 1.000 euros. Lo hacía porque regalaban espumas de baño y cremas de una marca de cosmética con un olor maravilloso que me encantaba.
Un día, un médico naturópata me explicó cómo la piel respira a través de los poros y que, según la Medicina China Tradicional, la piel está considerada el tercer pulmón. Por eso, me aconsejó que no me pusiera en la piel nada que no pudiera comer. Así que nunca más volví a utilizar esa marca de cosmética. Tampoco volví a comprar la revista.
Tuve que buscar alternativas para después de la ducha, con ingredientes naturales, que garantizaran la ausencia de contaminantes químicos que afectaran mi salud, como los parabenos y otros derivados del petróleo, como la parafina, la vaselina sintética o el petrolatum. Además, que fuera una elección más respetuosa con la Naturaleza.
Y encontré el mundo de los aceites esenciales y la aromaterapia.
Cuidar nuestra piel por fuera: los aceites esenciales y la aromaterapia
Al principio, pensaba que usar aceites me dejaría la piel demasiado grasa, pero, no. Los aceites se absorben totalmente y nutren la piel en profundidad.
La base de la aromaterapia son los aceites esenciales, que son las esencias de las plantas, muy, muy concentradas. Para que te hagas una idea, para producir 10 ml de aceite esencial de rosa se necesitan 52 kg de pétalos de rosa. Por eso, hay que utilizarlos diluidos en aceite vegetal y en cantidades muy pequeñas.
Los aceites esenciales actúan a nivel cutáneo y también, más allá, pasando al torrente sanguíneo y a nuestras células. Además, los aromas trabajan en el sistema límbico (en el cerebro) y nos conectan con nuestros recuerdos y con nuestras emociones.
Me encantaría tener todos los aceites esenciales que existen, pero no me caben en el armario. Así que me tengo que conformar con botes pequeños, de esos con gotero, donde voy mezclando de aceites que me echo en diferentes partes del cuerpo: en las muñecas, en la zona del pecho y del corazón, en la zona del útero y la parte baja del abdomen y en las plantas de los pies antes de ir a dormir. Te dejo una tabla con los aceites esenciales agrupados por sus cualidades:

Uno de mis preferidos es la mezcla de aceite de almendras con unas gotitas de aceite de limón, aceite de lavanda y aceite de mirra. Además, siempre tengo cerca el aceite de bergamota, para subir un poco el ánimo los días que lo necesito. Y también, echo unas gotitas de aceite de menta y de aceite de romero en el champú para mejorar la circulación.
Para comenzar en esto de la cosmética natural, te recomiendo el libro “Belleza orgánica, manual ilustrado de cosmética natural” de Maru Godas. Tiene unas ilustraciones preciosas, unos textos amorosos, y, además, reúne información sobre las distintas combinaciones de aceites esenciales y aceites vegetales para crear los tratamientos personalizados que más nos gusten.

Cuidar nuestra piel por dentro: cómo nos relacionamos con los demás
Para tener una piel bonita, nos fijamos en lo que nos ponemos en ella. Sin embargo, la belleza va de dentro hacia fuera, y el primer paso es revisar nuestra belleza emocional, nuestra alimentación y nuestro descanso.
Nuestra piel refleja nuestras emociones. Estamos radiantes y luminosas cuando recibimos en nuestra piel caricias, abrazos y besos, pero, en cambio, si nos sentimos cansadas o tristes, comemos mal y no hacemos nada de ejercicio, no podremos ocultarlo, aunque intentemos disimularlo con maquillaje.
En la piel sentimos el mundo que nos rodea. No solo si algo está frío o caliente, también sentimos, de manera intuitiva, si algo nos gusta o no, y si tenemos conexión con alguien.
La piel es una capa protectora que delimita nuestro espacio vital, marca nuestro territorio y define los límites a la forma de relacionarnos con los demás.
Tejemos relaciones con nosotras mismas y con los demás basadas en miedos: inseguridad, falta de autoestima, desconfianza. Salimos a relacionarnos con el mundo haciendo lo que los demás nos pidan para ser queridas, aceptadas o miradas.
Me cuesta poner límites claros y,a veces, estoy demasiado expuesta al exterior. Nos pasa a muchas mujeres. Todo nos afecta y nos presentamos ante el mundo sin defensas y sin protección ante los demás. Como si tuviéramos los poros de nuestra piel abiertos.
Para impedir que esto ocurra, nos vamos al extremo opuesto y cubrimos nuestra piel con corazas, para esconder nuestra vulnerabilidad tras ellas y no tener que sentir nada.
Por eso, fijar límites sanos y necesarios en el modo en el que nos relacionamos con los demás, a nivel físico con nuestro cuerpo y a nivel energético con nuestra intención, también es otra forma de cuidar nuestra piel.
“Hay heridas que, en vez de abrirnos la piel, nos abren los ojos”
Pablo Neruda
Abrazos para sentirnos mejor
A veces, para sentirme mejor solo me hace falta un abrazo, y quizá también, un poco de chocolate, aunque sepa que solo es hambre emocional.
Las caricias y los abrazos son la mejor medicina preventiva para disfrutar de una mayor estabilidad emocional. Según los estudios científicos, las caricias tienen efectos beneficiosos para la salud ya que el contacto físico potencia la producción de endorfinas, que son unas sustancias analgésicas que produce nuestro cerebro de manera natural.
No hay nada más gustoso que abrazar a un bebé. Cuando nació mi hijo mayor descubrí los portabebés. Me gustaron tanto, que hasta me hice socia de la asociación Red Canguro, cuyo lema era “Bebés en brazos, bebés felices”. Me advirtieron muchas veces que mis hijos se iban a acostumbrar a estar en brazos y que no iban a querer ir de otra manera, pero, por si quedan dudas, ellos ya van andando a todos los sitios desde hace tiempo.

El contacto físico es la forma de comunicación más íntima e intensa de los seres humanos y los abrazos son la manera de demostrar el amor cuando no encontramos la palabra adecuada. Las personas nos abrazamos y no nos hace falta hablar. Como en los reencuentros de los aeropuertos y en la escena final de la película “Love Actually”. Aquí te la dejo:
"Siempre que me siento pesimista por cómo está el mundo, pienso en la puerta de llegadas del aeropuerto de Heathrow. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo, pero yo no lo entiendo así. A mí me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico, pero siempre está ahí. Padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos... Cuando los aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas que yo sepa ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza; todas fueron mensajes de amor. Si lo buscáis, tengo la extraña sensación de que descubriréis que el amor en realidad está en todas partes." Love Actually

Ahora es tu turno:
- ¿Cómo llevas tu capacidad de contacto?
- ¿Te dejas tocar demasiado fácilmente por los demás?
- ¿Dónde estás dando demasiado o con quién no estás dando lo suficiente?
Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla.❤
Si te ha gustado, suscríbete para seguir en contacto y recibir los regalos que tengo para ti.
¿Caminamos juntas?
Un abrazo,

«Si te cabe el cielo en un abrazo
Siempre habrá una estrella para ti
Si catorce vidas son dos gatos
Aún queda mucho por vivir«
Catorce vidas son dos gatos. Fito y Fitipaldis
Esto también te puede interesar:
- Belleza orgánica. Manual ilustrado de cosmética natural. Maru Godas
- Crea tus propios cosméticos BIO. Sylvie Hampikian
- Medicina China Tradicional. Liu Zheng
- El concepto del Continuum. En busca del bienestar perdido. Jean Liedloff
- La enfermedad como camino. Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke
- Podcast Secretos del cerebro. El superpoder de los besos y los abrazos. Radio 5 de Rne5
- Podcast Piel adentro: Los abrazos Radio 5 de Rne5