La medicina tradicional china y la teoría del Yin-Yang explica las cualidades de la energía femenina y la energía masculina. Como somos mujeres, creemos que nuestra energía es femenina. Puede que las cualidades de la energía femenina sean las que predominen en nosotras. Sin embargo, a pesar de que las características de la energía femenina se asocian a las mujeres y de que las cualidades de la energía masculina, con los hombres, todas tenemos aspectos de estas dos energías, sin importar cuál sea nuestra orientación sexual.
Tenemos una visión demasiado simplificada de la polaridad de estas dos energías, cuando, lo cierto es que no existen los absolutos. Nada es completamente negro ni nada es completamente blanco. Todo siempre es en relación con algo más con lo que se compara.
Ricky Lankford
El equilibrio es la última meta.
EL YIN Y EL YANG Y LA ENERGÍA FEMENINA Y MASCULINA EN LAS MUJERES
Todo lo que existe está sostenido por dos fuerzas opuestas, el Yin y el Yang. Al mismo tiempo, estas fuerzas son complementarias, puesto que no podrían existir la una sin la otra.
- El Yin se corresponde con la energía femenina, la noche, la oscuridad, el mundo de las emociones y el frío.
- El Yang se corresponde con la energía masculina, el día, la luz, el mundo externo y de la mente y el calor.
En la siguiente tabla puedes ver las principales cualidades de la energía femenina y la energía masculina, según el Yin y el Yang.

Las cualidades de las energías del Yin y el Yang se pueden asociar a todo lo que existe en la Naturaleza y a todos los seres vivos, además de a mujeres y hombres.
Tanto la energía femenina como la energía masculina conviven dentro de nosotras. Lo difícil es conseguir que lo hagan en armonía.
Si llevamos alguna de las dos energías al extremo, generamos un desequilibrio interno. Por ejemplo, la virtud de la paciencia deja de serlo cuando se convierte en inactividad o cuando la acción sin descanso se convierte en hiperactividad. Esto pasa con cada una de las cualidades, tanto de la energía femenina como de la energía masculina.
A continuación, puedes comparar cada cualidad de la energía femenina y masculina, cuando se vive de forma equilibrada o cuando la llevamos al extremo, y está en desequilibrio.

Hacia un modelo de sociedad equilibrado
Vivimos en una sociedad que ha desarrollado un modelo patriarcal que ensalza las cualidades masculinas, pero en su aspecto menos consciente y sano. Valoramos la competitividad, la lucha y el hacer sin parar por encima de todo lo demás.
En este entorno, las mujeres perdemos nuestro poder y nuestra conexión interna, buscando lo que necesitamos únicamente en el exterior. Dejamos de mirar hacia dentro, una cualidad propia de la energía femenina. Además, si desconocemos nuestra naturaleza cíclica, el desconcierto aumenta cuando nuestra forma de sentir cambia de un día para otro.
Por eso, desde pequeñas, creemos que, si no estamos haciendo algo continuamente y si no somos las mejores en todo no tenemos ningún valor.
Ahora estamos comprobando que este sistema no funciona. Como tampoco funcionaría un modelo de sociedad matriarcal en el que el hombre fuera relegado a un segundo plano.
Como ya ha sucedido con tantos años de represión de las mujeres, la represión de los hombres potenciaría la necesidad de control de la energía masculina. Y viviríamos con las ideas maravillosas de la energía femenina que nunca se materializarían porque no existiría la acción real.
Ninguna energía es mejor que la otra. El desequilibrio surge únicamente cuando una de ellas intenta dominar a la otra. Las dos energías son igual de importantes y necesarias. Igual que la mujer y el hombre cuando se encuentran en el mismo nivel.
Jean Shinoda Bolen
La mujer que más necesita ser liberada es la que reside en el interior de cada hombre.
Integrando la dualidad dentro de nosotras
Todas las características de la energía femenina y de la energía masculina están dentro de nosotras: somos suavidad y paciencia y también, podemos ser autoridad y entrega.
Como soy mujer, me siento más identificada con las cualidades femeninas. No es casualidad que este blog se llame mujeramapola. Me resulta más natural esperar a que las cosas simplemente pasen, fluir y dejarme llevar por los demás, que liderar un proyecto y perseguir una meta concreta propia.
Antes de ser madre, cuando estaba centrada en mi desarrollo profesional, desarrollé al máximo mis cualidades masculinas, como la capacidad de organización y planificación. Y también me funcionaba. Pero lo llevé al extremo y me volví demasiado estructurada. No me permití dejarme sorprender por la improvisación.
Ahora mi reto es aprender a potenciar cada aspecto según la ocasión e integrar los dos opuestos en mi interior. Encontrar el punto adecuado para mí, transitando las dos polaridades desde las emociones.
Porque cuando lo consigo soy una mujer ubicada en mi centro de poder, que sabe:
- Hacer un esfuerzo cuando es necesario para lograr mi meta, pero también sé darme un tiempo de descanso.
- Ser amorosa y envolvente, pero sabe decir que no.
- Manejar mi poder y a la vez, ser compasiva.
- Ser escuchada y tenida en cuenta sin gritar y levantar la voz.
- Ser una mujer completa, que se cuida y se respeta a sí misma y que pone los límites necesarios.

En busca del equilibrio interno
Hay días que no sé cómo ser un poco más equilibrada.
Intento encontrar el término medio de las situaciones y de las emociones, mientras me muevo dando bandazos entre los dos polos.
No existen fórmulas mágicas para averiguar el punto de equilibrio ni tampoco nadie puede descubrirlo por nosotras.
Solo nos queda probar, experimentar y movernos entre los extremos.
John O’Donohue
Para conservar el equilibrio, debemos mantener unido lo interior y lo exterior, lo visible y lo invisible, lo conocido y lo desconocido, lo temporal y lo eterno, lo antiguo y lo nuevo.

Ahora es tu turno:
- ¿Identificas las cualidades de la energía femenina y la energía masculina en tu interior?
- ¿Crees que te encuentras en equilibrio?
Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla.❤
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¿Caminamos juntas?
Un abrazo,

Yin yang
menos es más
polos opuestos que nunca se juntan
Yin yang
vienen y van
líneas paralelas que nunca se cruzan
Bien mal
madera o metal
puntos de vista que no se preguntan
Tal cual
azúcar o sal
dos que se oyen pero no se escuchan
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