Como es afuera es adentro

Como es afuera es adentro, como es arriba es abajo. Esto dice el Principio de Correspondencia, una de las siete Leyes Universales del Kybalion, un libro con enseñanzas del antiguo Egipto.

Este Principio de Correspondencia dice que el mundo exterior que nos rodea es el reflejo de nuestro mundo interno. Todo lo que nos parece alegre y hermoso de fuera es lo mismo que tenemos dentro de nosotras. Y lo mismo ocurre con todo lo que rechazamos de fuera, que es lo mismo que rechazamos de nosotras mismas.

Traslado esta ley espiritual a mi vida normal (fuera) y a mi vida confinada (dentro) y veo que, de la misma forma que soy y me comporto fuera de casa, también soy y actúo dentro de ella, y que los miedos y preocupaciones que tengo fuera de casa, son los mismos que tengo dentro. Pues eso, que como es afuera, es adentro.

terraza en confinamiento

Atrapada en el tiempo

En Navidad vi la película Atrapado en el tiempo de Bill Murray y Andie McDowell con mis hijos, que ya había visto hacía tiempo.  

A menudo, en mi vida de fuera, siento que mi vida es monótona y aburrida, pero ahora, en mi vida de dentro, cuando me levanto de la cama y todos los días son iguales de verdad, el día de la marmota es más real que nunca, un día tras otro.

Y yo, como Bill Murray, todos los días, cometo los mismos errores, que, además son exactamente los mismos errores que cometía fuera de casa. Como es afuera, es adentro.

Pero como el escenario es siempre el mismo (salón-cocina-habitación-salón-cocina-habitación), los errores son más evidentes. Sigo aferrándome a excusas, pero sin salir de casa tienen menos sitios donde esconderse y se (me) pillan antes.

Me supera controlar lo incontrolable, me evado en lugar de estar presente y siento que mi vida es igual a como era antes, solo que reducida al interior de cuatro paredes.

Como es afuera es adentro

Visualizo mi vida como una montaña rusa llena de curvas y altibajos. Subo rápidamente y en ese segundo que permanezco arriba, todo es maravilloso. Pero, entonces, bajo vertiginosamente y la perspectiva cambia de repente.

Arriba, abajo. Maravilla, desastre. Ayer, hoy.

Hay días en casa en los que me encuentro otra vez en la parte baja de la montaña rusa.

Antiguos miedos me visitan: la culpa, la soledad, la oscuridad, el frío… Lo cierto es que nunca se fueron del todo. Solo estaban agazapados, esperando el momento de volver a encontrarme. Todos estos sentimientos aparecen entremezclados con pensamientos que confunden mi cabeza.

Busco algún libro de crecimiento personal de mi estantería. Pero, ¿de qué me sirven los libros cuando los miedos me paralizan? Lleno mi mente de palabras que creo que me ayudan: gracias, fluir, desapego, vivir el presente… Pero sigo confundida y no sé qué tengo que hacer con mis miedos. ¿He de aceptarlos o he de superarlos? ¿Qué me quieren decir? ¿Ésta soy yo o solo soy un personaje que he creado para sobrevivir?.

En el día de la marmota no tengo dónde esconderme. No puedo engañarme. No sé quién soy. Quizá se necesita una vida entera para averiguarlo. O incluso, varias vidas. Como en la conexión entre las vidas de seis personajes de diferentes épocas del libro El atlas de las nubes de David Mitchell, que se van uniendo a través del tiempo, como si fueran uno solo. Como si se repitiera el día de la marmota infinitamente.

La cueva oscura donde temes entrar es donde está tu tesoro.

Joseph Campbell
El atlas de las nubes
El Atlas de las Nubes de David Mitchell

No quiero más respuestas sino menos preguntas

¿Para qué me sirve dar tantas vueltas a los pensamientos si no me siento más feliz?

Necesito tranquilizar mi mente. Es en la calma, donde mi energía interna se despierta sin que tenga que hacer ningún esfuerzo.

Quiero cambiar, pero también temo la incertidumbre. Mi vida siempre ha estado regida por la estabilidad y la seguridad. Por eso, me desconcierta tanto no saber cómo será mañana, sin nada real a lo que agarrarme.

Sé que el cambio es necesario. El mundo de fuera siempre quiere más, más dinero, más ropa, más rápido, más, más, más… Pero, ¿qué quiero yo?

Déjate descansar.

Si estás exhausto, descansa.

Si no tienes ganas de comenzar un nuevo proyecto, no lo hagas.

Si ni sientes la necesidad de hacer algo nuevo, simplemente descansa en la belleza de los viejo, lo familiar, lo conocido.

Si no tienes ganas de hablar, quédate en silencio.

Si estás harto de las noticias, apágalas.

Si quieres posponer algo hasta mañana, hazlo.

Si no quieres hacer algo, no lo hagas.

Siente la plenitud del vacío, la inmensidad del silencio, la vida pura en tus momentos improductivos.

El tiempo no siempre necesita ser llenado.

Eres suficiente, simplemente en tu ser.

Jeff Foster
Paroles on l’air. Un film de Sylvain Vincendaeu

Todo cambia

Ayer. Hoy

Lluvia. Sol

Abajo. Arriba

Premenstrual. Menstruante

Antes iba a la Iglesia. Ahora voy a la orilla del río.

Antes rezaba la oración del Yo confieso. Ahora rezo para llamar a las hadas.

Antes. Ahora.

Todo cambia. Pero permanece la confianza de que no estoy sola y de que, aunque me caiga, me ayudarán a levantarme. Solo tengo que pedirlo.

Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla.❤️

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¿Caminamos juntas?

Un abrazo,

firma Laura

Desde aquí, desde mi casa
Veo la playa vacía
Ya lo estaba hace unos días

Ahora está llena de lluvia
Y tú ahí sigues sin paraguas
Sin tu ropa, paseando
Como una tarde de julio
Pero con frío y tronando
¿Se puede saber que esperas?

Tournedo – Iván Ferreiro

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