Pensamos que lo contrario del amor es el odio, pero no, lo contrario del amor es el miedo. Cuando hay miedo, no hay espacio para el amor.
Cuando me dejo influir por la información que me llega del exterior, me invade el miedo y me cuesta mantener la serenidad. Por eso, hace tiempo que decidí no ver los telediarios ni escuchar las noticias de la radio. Sin embargo, aunque quiera, estos días me resulta imposible no estar al tanto de la evolución del virus en tiempo real. Mi móvil echa humo con mensajes con fotos de Mercadonas arrasados y audios alertándonos de que la situación es más grave de lo que nos cuentan.
Cuando mi miedo se descontrola, se hace grande e inunda todos mis pensamientos. Desaparece el amor y surge el miedo a la muerte y a la pérdida, no solo de las personas que quiero, sino del mundo como lo conozco hasta ahora y a la incertidumbre de no saber qué es lo que nos espera después. Cuando todo esto pase.
Para no dejarme atrapar por el miedo de la pandemia, intento vivir el amor en tiempos del covid. Y revisar qué dejo entrar en mi mente y en mi móvil.

Lo único que me duele de morir es que no sea de amor. El amor en tiempos del cólera.
Gabriel García Márquez
Prácticas espirituales para mantener la serenidad
Dentro de casa, el día se hace muy largo y mi estado de ánimo oscila de una emoción a otra. Varias veces. Como si pasara por todas las etapas del ciclo menstrual en un solo día.
Me ahorro casi una hora de ida y otra de vuelta de desplazamiento para llegar a mi trabajo, pero sigo madrugando para asegurarme un rato yo sola, porque en cuanto nos levantamos todos, es misión imposible. Lo hago para intentar mantener mi miedo bajo control y mi mente serena a lo largo del día. No puedo cambiar la realidad, pero puedo decidir cómo lo vivo.
Por las mañanas en el salón de mi casa, enciendo una vela y creo un espacio sagrado para mí. Comparto algunas de las prácticas que me ayudan:
1. Respiro profundamente varias veces y me llegan emociones.
Algunas son de dolor, de carencia y de miedo, y otras de calma y de esperanza. Las observo y las suelto. Respiro y conecto con mi corazón.
“Acepto los cambios y recibo las nuevas posibilidades que vienen con ellos. Yo soy paz y calma en movimiento”
2. Pongo las manos en mi corazón y me visualizo rodeada por una esfera de luz blanca, radiante y pura, para que me proteja de todo lo que haya en el exterior que no me pertenezca.
3. Rezo y pido ayuda a los seres de luz que nos rodean:
“Arcángel Miguel emite luz en mí, para que todos mis asuntos se solucionen; confío, tengo fe y me llega tu valor. Gracias porque hecho está. Amén”
“Madre Naturaleza, ayúdame en este cambio, recibo tus bendiciones y conecto con la alegría de vivir. Gracias. Te amo, me amas, soy perfecta. Amén”
4. Escucho mantras que me gustan y eliminan mi ruido mental:
El amor en tiempos del COVID
Ya no recibo tantos mensajes con memes como los primeros días. La situación sigue siendo surrealista, pero va dejando paso a una rutina extraña en la que todos los días son iguales.
Cuando vivía pegada a una agenda sin huecos, deseaba bajar el ritmo de mi día a día. Nunca hubiera imaginado que lo fuera a conseguir por una pandemia mundial, pero ahora, por fin, puedo alejarme del ruido y escuchar el silencio. Lo que ocurre es que como estoy acostumbrada a vivir rodeada de ocio y de ruido, no sé tener ratos sin nada que hacer. La mayoría de las veces, decido hacer pan o galletas o cualquier otra cosa con la que llenar mi tiempo. Pero si soy valiente y me atrevo a parar, descubro que es una oportunidad para volver a conectar conmigo.
Si estoy atenta, puedo apreciar pequeños detalles de la vida cotidiana que antes pasaba por alto, y también puedo conectar con las personas que quiero, a los que puedo abrazar porque están conmigo en casa y con los que puedo sentir en la distancia.
Todas las situaciones esconden aspectos positivos, incluso cuando parece que no tienen nada bueno: las redes sociales están llenas de actividad y muchas personas están compartiendo lo mejor que saben hacer, con directos, charlas, vídeos y enlaces con la intención de ayudar a los demás. Además, Greta estará contenta porque el planeta respira mejor.
El miedo como control en la sociedad actual
“Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambar el mundo”
Eduardo Galeano
Hace menos de una semana todos teníamos planes y ahora no podemos salir de casa porque se ha declarado el estado de alarma. La situación parece sacada de una serie de zombies. ¿Cómo ha cambiado tanto en solo unos días?
Soy una privilegiada: ni mi familia ni yo somos grupo de riesgo y podemos pasar la cuarentena en casa. Hay otras personas más vulnerables que no pueden decir esto: los que tienen los trabajos más precarios, los que no pueden teletrabajar, los que tienen escasos recursos económicos, las personas mayores que están solas en sus casas. Esta situación hace más evidente la fragilidad de la sociedad actual.
La teoría del Efecto Mariposa dice que el aleteo de las alas de una mariposa en una parte del mundo puede provocar un huracán en la otra punta del mundo. Estamos siendo conscientes de los efectos de una economía global porque todos estamos conectados. Ya no podemos cerrar los ojos a las consecuencias de una economía en la que las empresas instalan sus centros de producción en países donde el coste económico es menor para que después, los “países ricos” podamos consumir los artículos sin cuestionarnos ni siquiera de dónde vienen.
Además de todos los memes del whatsapp, también recibí un mensaje con un enlace al documental “La doctrina del shock”. Es un documental que reflexiona sobre cómo el miedo nos convierte en una sociedad vulnerable y cómo, este miedo, se ha utilizado en periodos de crisis para convertirnos en seres más dóciles para obedecer. Reconozco que no es un documental fácil, pero me gustaría quedarme con algo más que los chistes de los memes. Cuando todo esto pase.
Habrá días complicados, pero juntos seremos más fuertes. Cuando todo esto pase.

Ahora es tu turno:
- ¿Cómo puedes controlar tu miedo durante la cuarentena?
- ¿Qué puedes hacer para ayudar a los demás mientras estamos en casa?
Como siempre, me encuentras al otro lado de la pantalla.❤
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¿Caminamos juntas?
Un abrazo,

La paranoia y el miedo
No son no serán el modo,
De esta saldremos juntos
Poniendo codo con codo.
Mira a la gente a los ojos,
Demuéstrale que te importa,
Mantén a distancias largas
Tu amor de distancias cortas
Codo con codo – Jorge Drexler