Ser una revolucionaria y amar la belleza de mi cuerpo real

Me ha llevado más de 40 años amar la belleza de mi cuerpo real, ése en el que ya no trato de ocultar las cicatrices porque son el reflejo de la historia de mi vida.

Resulta extraño, pero me gusta más mi cuerpo ahora que cuando tenía 20. Con esa edad, solo me fijaba en la celulitis, en las estrías y en el tamaño de mis pechos. Incluso pensaba que mis pies eran feos así que nunca llevaba sandalias. Después de fijarme durante muchos años sólo en aquellas partes que no me gustaban, volver a querer mi cuerpo de nuevo ha sido un proceso largo.

«Una de las cosas más radicales que una mujer puede hacer es amar su cuerpo».

Eve Ensler

Prefiero ser real a ser perfecta

Mi cuerpo es perfecto como es. Cuando olvidamos esto, nuestro cuerpo se convierte en una prisión y nos juzgamos según su tamaño y su forma, como si solo hubiera un único ideal de belleza.

Los cánones de belleza que nos han impuesto a las mujeres son inalcanzables. Por suerte, cada vez se pueden ver más imágenes de cuerpos femeninos reales en los medios de comunicación y en los mensajes publicitarios, pero aún predominan las imágenes de cuerpos jóvenes y perfectos.  Si comparamos nuestros cuerpos con estos otros cuerpos, sentimos el impulso de ocultar aquellas partes que no son como imaginamos que deberían ser.

Todas somos víctimas de este sistema y tampoco es fácil para las mujeres que se encuentran al otro lado de estos cuerpos perfectos. Algunas, como Camila Cabello o Kate Winslet, han denunciado la presión a las que se les somete para mantener siempre una imagen de belleza imposible y se han atrevido a mostrarse sin filtros.

Además, hasta ahora no se contaba que algunos de estos cuerpos perfectos son irreales y que las fotos son modificadas por ordenador. A continuación, puedes ver un vídeo de un experimento de una sesión fotográfica con mujeres a las que mostraron sus fotos modificadas con Photoshop, como si fueran modelos profesionales, tras corregir lo que, en apariencia, parecían defectos. El resultado fue que estas mujeres no se identificaban en estas imágenes retocadas que mostraban cuerpos y facciones perfectas, pero que no eran las suyas. Sin nuestras “imperfecciones”, no nos reconocemos a nosotras mismas porque no somos nosotras.

Experimento de Photoshop en mujeres reales

Es posible encontrar belleza en la suavidad, enamorarse de un cuerpo que nunca creíste fuera merecedor de amor, encontrar paz después de haber pasado toda una vida en guerra contra tu cuerpo. Es posible recuperarse.

Megan Jayne Crabbe

Soy el mejor modelo para mi hija

A mi hija de 8 años le encanta mirarse en el espejo. Aún no siente ningún juicio hacia ella misma y sabe que es perfecta como es. Escribe notas que deja por la casa diciéndonos que nos quiere y también se recuerda que ella se quiere a sí misma. Guardo estas notas entre mis libros para que también me lo recuerden a mí.

amar la belleza de un cuerpo real

Amar la belleza de mi cuerpo real

Sé que soy el modelo que más influye en mi hija. Intento mostrarle que me respeto y que cuido mi cuerpo para que esté sano. Evito juzgar mi cuerpo y el de otras mujeres delante de ella (ni tampoco detrás) porque quiero que crezca con una idea saludable de su cuerpo.

Destaca otras cualidades diferentes a su aspecto

Le digo lo bonita que creo que es, pero también destaco otras de sus muchas cualidades, más allá de su aspecto, como que es valiente, divertida, lista, creativa y fuerte y no solo que es muy guapa.

Desde niñas lo que más hemos escuchado que valoraban de nosotras era lo guapas que éramos, y aunque la intención fuera buena, de adultas nos cuesta dejar de identificarnos solo con nuestra apariencia física para intentar ser todo lo demás que también somos.

Si nos preguntaran qué cambiaríamos de nuestro cuerpo si pudiéramos hacerlo, muchas pensaríamos en operarnos la nariz o en el pecho. Sin embargo, si le hicieran esta misma pregunta a una niña, su respuesta sería diferente porque los niños no tratande ajustarse a ningún estándar físico. Puedes ver algunas respuestas en el siguiente vídeo, donde los niños no quieren cambiar nada de su cuerpo o lo que desean es tener alas o cola de sirena.

Si pudieras cambiar una sola parte de tu cuerpo, ¿qué cambiarías?

Mi cuerpo es mucho más que mi apariencia física

Mi vehículo en esta vida es mi cuerpo, que me contiene y protege mi esencia. Él me conecta con mi alma, con mi corazón y con mi placer.

A través de mi cuerpo siento la alegría y la tristeza y me permite expresar mis sentimientos mediante el baile, las lágrimas o los suspiros.

En mi cuerpo no hay ningún “tiene que ser”. La felicidad y el derecho al placer de los cuerpos femeninos no están reservados solo a las mujeres que se ajusten a unas formas o tamaños o a una edad determinada.

Sé que un cuerpo perfecto no me va a hacer más feliz. Valoro más la vitalidad de mi cuerpo que tener el pecho caído o el culo blando. Puedo bailar, correr y moverme con libertad, ¿qué más puedo pedirle? Me gusta tener un cuerpo bonito, pero lo que más deseo es tener un cuerpo sano y fuerte. Por eso, decidí dejar de observar y juzgar mi cuerpo y empezar a disfrutar con él.

Cuando uso mi energía en preocuparme por cosas como el peso que muestra la báscula, perpetúo la cadena de generaciones de mujeres angustiadas con su cuerpo y destruyo mi orgullo de pertenencia a mi linaje femenino. Además, no puedo centrar mi energía en otras cosas que sí son importantes para mí y para los demás. Y aunque es cierto que yo sola no puedo conseguir que los que me rodean adquieran más conciencia en este tema, sí puedo cambiar mi propia actitud hacia mí misma aceptando mi cuerpo tal y como es.

Si quieres cambiar tu cuerpo, cambia primero tu conciencia. Todo lo que te ocurre es resultado de cómo te ves a ti mismo.

Deepak Chopra

ser una revolucionaria y Amar la belleza de mi cuerpo real

Verme guapa en el espejo ya no depende solo de la apariencia de mi cuerpo, sino de cómo me siento dentro de él. Deseo que mi sonrisa sea el reflejo de mi interior.

Estoy aprendiendo a reconocerme en mi cuerpo. Siempre me pregunté cuántos lunares tenía, pero nunca dediqué mi tiempo a contarlos. A veces, me sorprendo con una nueva marca en mi piel que no sé cuánto tiempo lleva ahí.

Hay días que me siento valiente, me miro desnuda en el espejo y me reconozco en mis estrías, mis arrugas, mis varices y mi celulitis. Mis defectos también me hacen única. Sonrío a mi imagen y le digo cosas bonitas.

Sin embargo, otros días no puedo mirar mi cuerpo desnudo porque solo veo mil y un defectos. Cuando juzgo mi cuerpo, pierdo mi conexión instintiva con él y me genera inseguridad. Me miro en el espejo sin respeto y sin cariño, no soy capaz de verme y me pierdo en la profundidad de mis ojos, que no sé qué me quieren decir.

Por eso, en lugar de mirar alrededor y tratar de ser algo que no soy, quiero reconciliarme con mi cuerpo, sentirme cómoda en él y sentir que soy mucho más que la imagen que veo reflejada en el espejo.

La belleza comienza en el momento en el que decides ser tú misma.

Coco Chanel.

Ahora es tu turno

  • ¿Qué opinas de tu cuerpo?
  • ¿Cómo quieres sentirte en tu cuerpo?
  • ¿En qué te fijas de tu cuerpo, solo en lo que no te gusta?

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Un abrazo,

firma Laura

El garabato de un niño
Es tu cuerpo de mujer
Rectas curvas, curvas rectas
Imposibles de aprender

Cuerpo de mujer. Antonio Flores

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4 comentarios en «Ser una revolucionaria y amar la belleza de mi cuerpo real»

  1. Gracias Laura por estas palabras dulces, autenticas y llenas de amabilidad con una misma. Una de mis maneras de ser amable conmigo misma es sonreirme a mi misma, mirarme a los ojos frente al espejo y decirles cosas bonitas a mis ojos y a mi…lo que veo, lo que siento al mirarme, agradecimiento a la vida, gracias, gracias, gracias, Susie

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  2. Gracias Susie. De ti fue quién aprendí eso tan importante que es ser amable conmigo misma. Un cambio en fundamental en la forma de pensar para aprender a quererse. Un fuerte abrazo

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  3. Hola Laura. Me parece una idea genial la de regalarse flores a una misma. Yo lo voy a hacer esta misma tarde. Muchas gracias por tu inspiración. Besos

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    • Hola Miriam. Me alegro mucho que te haya inspirado. Es estupendo tener flores en casa que te ayuden a recordar lo bonito de la vida.
      Un abrazo,
      Laura

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